Nanomedicina. 7/25. De la terapia al mejoramiento.
De la terapia al mejoramiento: el homo sapiens refinado
¿Podrán usarse las tecnologías nanoescalares para combatir la salud?
¿Podrán usarse las tecnologías nanoescalares para combatir la salud?
Mientras los gobiernos, la industria y los científicos —particularmente en los países pertenecientes a la OCDE— están prestos a resaltar las potenciales contribuciones de la nanotecnología en la remediación de la salud menguada, también están listos para señalar que los avances en las “tecnologías convergentes” —nanotecnología, biotecnología, tecnología de la información, neurotecnología y ciencias cognitivas— habrán de dar respuesta a la salud percibida como menos que óptima. Es en el ámbito de las tecnologías para el mejoramiento del desempeño humano que la convergencia tendrá tal vez mayor impacto y mayores ganancias.
La convergencia tecnológica hará posible, teóricamente, refinar la estructura, el funcionamiento y las capacidades de los cerebros y los cuerpos humanos. No se trata, en esta visión, de simplemente eliminar las discapacidades o curar las enfermedades, sino de producir cuerpos más fuertes, más veloces, que rebasen el desempeño de los cuerpos más sanos y atléticos de hoy, remodelando los cerebros para que retengan más información y se comuniquen directamente con las computadoras, miembros artificiales u otros cerebros. Un ejemplo es el implante artificial de neuronas, ya aprobado por la FDA para usos clínicos, que reemplaza las neuronas dañadas por el mal de Parkinson. El dispositivo permite descargar programas actualizados, directamente de un ordenador ex vivo al implante en el cuerpo.49 Por ahora, estos dispositivos se reservan para quienes sufren una enfermedad; en el futuro cercano será más difícil distinguir entre lo que constituye una enfermedad y lo que meramente es una salud menor a la óptima, o distinguir entre terapia y refinamiento o mejora.
Para un gran final, el nuevo y refinado cuerpo creado mediante tecnologías convergentes puede extender su rango de vida humana mucho más allá de un siglo. Según el gobierno estadunidense, las tecnologías que convergen en la escala nanométrica “mejorarán el desempeño humano” en los sitios de trabajo, en los campos de juego, en los salones de clase y en los campos de batalla. Inteligencia descargable, memoria descargable y cuerpos de hiperdesempeño que requerirán una definición revisada de nuestra especie, Homo sapiens. O tal vez las nuevas realidades tecnológicas nos crearán la necesidad de una nueva clasificación de una vez por todas (Homo sapiens 2.0), que describirá esa pequeña fracción de la población mundial que podrá pagar por su refinamiento mediante la convergencia tecnológica.
Aunque relativamente pocas personas podrán darse el lujo de pagar un paquete de mejoras plenas, algunos realces —que serán posibles con las tecnologías convergentes— penetrarán más y más en la sociedad y se “naturalizarán” hasta que la gente los considere correcciones necesarias, del mismo modo en que hoy consideramos los anteojos de aumento. Al mismo tiempo, habrá una puja corporativa para definir y ampliar el rango de las “condiciones de salud” tratables —será frecuente que se disfracen de campañas por “elevar la conciencia del público”—, con el fin de crear o expandir mercados para los nuevos refinamientos disponibles. La práctica de promover enfermedades para crear mercados que las traten se conoce como tráfico de enfermedades.50 Ciertos rasgos de personalidad (digamos la timidez), rasgos físicos (como la fuerza o la altura ”promedio”), rasgos cognitivos (una inteligencia “normal”) se considerarán indeseables y corregibles (y gradualmente inaceptables). La línea entre mejoramiento y terapia —que ya es borrosa— se perderá por completo. El efecto final será un viraje en la percepción de lo que es “normal” y la creación de lo que el doctor Gregor Wolbring, bioquímico e investigador en aspectos de salud en la Universidad de Calgary, llama una “brecha de capacidades”.51 Del mismo modo que la brecha digital, la brecha de capacidades marcará distancias en los límites entre el Norte y el Sur, entre los ricos y los pobres, en todas partes.
En las condiciones actuales, es muy probable que la introducción de tecnologías de mejoramiento o refinamiento del desempeño humano muy penetrantes socialmente, tengan por resultado el producir un nuevo grupo de gente marginada por la “brecha” resultante. Algunos mantienen que es posible trazar una línea entre terapia y mejoramiento y que esa línea debe trazarse porque la distinción ayudará a emprender un
debate ético acerca de lo que significa ser humano y cómo preservar nuestra humanidad.52
debate ético acerca de lo que significa ser humano y cómo preservar nuestra humanidad.52
Otros arguyen que, dada la configuración actual de la sociedad, no puede mantenerse una línea que divida la terapia del mejoramiento y que debe iniciarse un debate que reconozca los factores sociales (valores y prejuicios, por ejemplo) que en la actualidad contribuyen al entendimiento de lo que entraña ser humanos. De ahí, el debate, dicen, debe enfocarse en cómo, si acaso, proteger a aquéllos que actualmente no cumplen con los criterios de lo “humano” —y a aquéllos que no cumplirán con un criterio revisado según nuestro futuro refinado tecnológicamente.53 Otros más —los llamados transhumanistas, por ejemplo— creen que la especie humana se encuentra en una etapa temprana de desarrollo —y se hallan a gusto con una definición maleable de Homo sapiens y están ansiosos por utilizar las tecnologías disponibles que les brinden humanos “mejores”.54 Se imaginan un mundo no muy distante donde se descubra una “cura” para la “condición médica” conocida como “envejecimiento” —tal vez mediante el impulso de SENS (Strategies for Engineered Negligible Senescence), una serie de “estrategias para una senectud insignificante”— con la cual los humanos podrían vivir con buena salud mucho más de cien años.55 Aunque algunos transhumanistas reconocen que la introducción de ubicuas tecnologías de mejoramiento podría ensanchar la brecha entre ricos y pobres, no ven en esto una razón poderosa para limitar su utilización. Consideran las disparidades al interior de la sociedad como un problema de antaño, y que yace aparte, que no fue creado (ni será resuelto) por las tecnologías de refinamiento o mejoramiento.56
* Estimulación magnética transcraneana (TMS por sus siglas en inglés): Éste es un procedimiento que estimula áreas del cerebro desde el exterior, mediante el uso de un campo electromagnético. La TMS puede ayudar a revelar las funciones de partes activas (o desactivadas) del cerebro, pero se considera como un potencial tratamiento para desórdenes cerebrales, incluido el Mal de Parkinson o la depresión.
El uso de campos magnéticos para estimular (o apagar) diferentes partes del cerebro ha llevado a los investigadores a descubrir que las personas “normales” pueden incrementar dramáticamente su potencia cerebral. Un estudio reciente conducido por el profesor Allan Snyder en el Centre for the Mind —una empresa conjunta entre la Universidad Nacional Australiana y la Universidad de Sydney— mostró que la estimulación magnética transcraneana del lóbulo temporal izquierdo mejoró la capacidad de los participantes de adivinar el número de elementos que se les mostraban en una pantalla de computadora. La habilidad amainó una hora después de la estimulación.62 ¿Faltará mucho para que los obreros consuman estimulación cerebral en vez de café en sus recesos? ¿Será la estimulación cerebral algo considerado necesario para mantener un margen competitivo en el empleo? ¿Cuánta expansión del cerebro será suficiente?
* Tratamientos de privación del sueño: Éstos no están pensados para ayudar a quienes sufren de insomnio y otros desórdenes del sueño. De hecho, están pensados para hacer sostenible la privación de éste. Los militares estadunidenses están a la vanguardia de la investigación en privación del sueño y ya financiaron docenas de proyectos, incluidos algunos estudios sobre el uso potencial de TMS para reducir la necesidad de dormir.63
DARPA [siglas en inglés del Defense Advanced Research Projects Agency], la agencia del gobierno estadunidense dedicada a proyectos de investigación avanzada en asuntos de defensa, explica su particular interés en hacer posible la privación del sueño: El éxito de las operaciones militares “depende de la habilidad del combatiente para funcionar por periodos largos de tiempo sin un sueño adecuado”.64 Junto con la TMS, ¿se convertirá la privación del sueño en estilo de vida para quienes buscan una ventaja competitiva y puedan pagar el tratamiento o los medicamentos? Y los trabajadores, por ejemplo los conductores de autobuses, ¿serán obligados a someterse a una “terapia” de privación de sueño para poder mantenerse alerta por más horas? ¿Cuáles serán los efectos sociales (y de salud) de un ejército de “muertos vivientes” o de una sociedad privada de sueño perennemente?
* Cirugía láser para ojos: En algunos casos, es ahora posible restaurar al perfecto 20-20 una visión deficiente, mediante cirugías correctivas. Millones de cirugías se ejecutan todos los años (para 2005 se calcularon 1.6 millones tan sólo en Estados Unidos).65 Y el número de cirugías crece, y se espera que el incremento continúe. Dado que la mayoría de las personas no considera que los anteojos graduados sean una “mejora” opcional, ¿deberemos considerar los impactos sociales potenciales de una visión perfecta generalizada (o de una visión más allá de lo perfecto)?
El New York Times apuntó recientemente que, en los últimos cinco años, la academia naval estadunidense ha ofrecido cirugía ocular correctiva, libre de gastos, para todos los guardiamarinos (cuya vista se pueda beneficiar de ello).66 Menos de 30 por ciento de la clase 2006 se negó a someterse a cirugía (el número de negaciones disminuye cada año). Una consecuencia no contemplada es que la academia naval no ha podido cumplir con su cuota de oficiales de submarinos en ninguno de estos cinco años. Tradicionalmente, los submarinos son la segunda opción para aquellos promisorios elementos que no tienen visión perfecta. La aviación —primera opción para los oficiales navales, y que requiere visión perfecta—, es ahora la opción más viable para la mayoría. Conforme estas y otras mejoras extremas se popularizan más entre la población en general, ¿qué virajes sociales podemos esperar? ¿Cómo vamos a lidiar con esos impactos que no habíamos anticipado?
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