martes, marzo 06, 2007

Nanomedicina: 1/25 La nanomedicina de un vistazo.



Asunto: Las aplicaciones médicas de las tecnologías nanoescalares tienen el potencial de revolucionar el cuidado de la salud al brindar poderosas herramientas para diagnosticar y tratar las enfermedades desde un nivel molecular. Sin embargo, el celo actual en pos de tratamientos potenciados a nivel nanométrico puede desviar los escasos fondos destinados a la investigación y el desarrollo de la medicina y de los servicios esenciales de salud, disminuyendo los recursos directos destinados a los aspectos no médicos de la salud y el bienestar comunitarios. Aunque se proclama que la medicina nanológica es una solución a las urgentes necesidades de salud en el Sur global, en realidad surge del Norte y la diseñan primordialmente para los mercados ricos. El fin último de que la industria farmacéutica utilice tecnologías nanoescalares es hacer que todas las personas se vuelvan pacientes y que todo paciente sea un cliente que pague por “medicar” sus afecciones sociales con drogas y dispositivos que mejoren el desempeño humano (también apodados HyPE). Estos fármacos y dispositivos, habilitados nanológicamente, podrían conducir a una era con dos niveles de humanos —el Homo sapiens y el Homo sapiens 2.0.


Mercado: Ya a mediados de 2006, se encontraban en etapa de desarrollo preclínico, clínico o comercial 130 fármacos y sistemas de suministro, además de 125 dispositivos o reactivos de diagnóstico, todos ellos con base nanotecnológica. El mercado combinado de la medicina habilitada nanológicamente (suministro de fármacos, terapia y diagnóstico) brincará de un poco más de mil millones de dólares en 2005 a casi 10 mil millones en 2010. La Fundación Nacional de la Ciencia estadunidense (NSF, por sus siglas en inglés) predice que para el año 2015 la nanotecnología será responsable de la mitad de los productos de línea en la industria farmacéutica. La medicina nanológica ayudará a los grandes consorcios farmacéuticos a prolongar la vigencia de las patentes de monopolio exclusivo con que cubren compuestos existentes y otros fármacos, más viejos, menos complejos. Los analistas sugieren que la medicina habilitada nanotecnológicamente aumentará el margen de lucro y desalentará la competencia.

Impacto: La medicina nanológica puede tener su mayor impacto en el ámbito del “mejoramiento del desempeño humano.” En combinación con otras nuevas tecnologías, la medicina nanológica —en teoría— hará posible alterar la estructura, la función y las capacidades de los cuerpos y los cerebros humanos. En el futuro cercano, las tecnologías para el mejoramiento del desempeño humano, habilitadas nanológicamente, borrarán las distinciones entre “terapia” y “refinamiento, realce, mejoramiento” y podrían cambiar, muy literalmente, la definición de lo que significa estar sanos o ser humanos.


El cotejo de la realidad: Lo irónico es que permanecen abiertas algunas cuestiones cruciales acerca de los impactos ambientales y de salud de los materiales nanoscópicos que se utilizan para desarrollar medicamentos nanológicos. El naciente campo de la “nanotoxicología” está teñido de incertidumbre. Pese a que ya se comercializan algunos productos nanoescalares (incluidos medicamentos nanológicos), ningún gobierno en el mundo ha desarrollado regulaciones que respondan a los aspectos básicos de una seguridad nanoescalar.


Políticas: ¿Realmente pueden los donantes de la Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE) —que no pudieron proporcionar los mosquiteros necesarios a los países asolados por la malaria, o que entregaron un solo condón por adulto al año para combatir el VIH/SIDA en el Sur global—, alegar que las grandes inversiones en los nuevos nano remedios rendirán frutos en los países pobres? A los gobiernos del mundo les urge una amplia evaluación participativa de los riesgos sociales y científicos, éticos, culturales, socioeconómicos y ambientales de la medicina nanológica. Mantener el paso del cambio tecnológico requiere un marco de trabajo intergubernamental que inspeccione y valore la introducción de nuevas tecnologías. En su próxima reunión de 2007, la Asamblea Mundial de la Salud deberá emprender un análisis exhaustivo de la nanomedicina que contemple un contexto de salud social más amplio.

Nanomedicina: 2/25. Resúmen

“La bolsa de trucos de la nanotecnología, con la que inventa nuevas moléculas y manipula las ya existentes naturalmente podría maravillar por su potencial para mejorar la atención a la salud... la nanotecnología podría habilitar mejores sistemas de alerta temprana en el diagnóstico del cáncer y las afecciones cardiacas, curas para las enfermedades progresivas como la fibrosis cística, técnicas para realizar implantes tales como caderas artificiales más eficaces, incluso riñones artificiales.” -Barnaby J. Feder, “Doctors Use Nanotechnology to Improve Health Care”, New York Times, 1 de noviembre, 2004
Aunque la medicina habilitada nanológicamente pueda brindar beneficios, se mueve muy aprisa en ausencia de un debate público que aborde sus impactos económicos y sociales de largo alcance.
Resumen ejecutivo
Este informe examina las aplicaciones médicas de drogas, dispositivos e instrumentos de diagnóstico habilitados nanotecnológicamente. ¿Qué impacto tendrá la medicina nanológica en la industria farmacéutica? ¿Responderá la medicina habilitada nanológicamente a las necesidades de salud de las comunidades marginadas, especialmente en el Sur global? ¿Qué papel jugará? Las aplicaciones médicas de las tecnologías con escala nanométrica tienen el
potencial de brindar nuevos y poderosos instrumentos para detectar, diagnosticar y tratar las enfermedades a nivel molecular. Los entusiastas de la nanotecnología alegan que la medicina nanológica revolucionará la atención a la salud.
Los desarrollos incluyen, por ejemplo:
• Nano-sensores que circulen dentro del cuerpo para monitorear los niveles de glucosa, colesterol u hormonas.
• Nano-proyectiles de oro que hacen blanco en las células cancerosas, y que una vez que identifican las células tumorales pueden destruirse con un láser no invasivo.
• Nano-partículas “inteligentes” que buscan una localización específica dentro del cuerpo humano y luego suministran con precisión una dosis programada de medicamento.
• Puntos cuánticos luminiscentes que rastrean una proteína particular dentro una célula viva.
• Nano-partículas de plata que maten microbios resistentes a los antibióticos.
• Armazones tridimensionales nano estructurados para crecer nuevo tejido y órganos humanos.
Las aplicaciones médicas de la nanotecnología pueden sonar a cienciaficción, pero no lo son —un puñado de drogas y dispositivos habilitados nanológicamente están ya aquí—, y hay muchas más que vendrán pronto por conducto de la tecnología de lo minúsculo. Para mediados de 2006, 130 fármacos y sistemas de administración, más 125 dispositivos o pruebas de diagnóstico, todos basados en la nanotecnología, han entrado en una fase de desarrollo preclínico, clínico o comercial.

El mercado para la medicina habilitada nanológicamente (incluidos el suministro de medicamentos, la terapia y el diagnóstico) brincará de un poco más de mil millones de dólares en 2005 a casi diez mil millones de dólares para 2010. Los gobiernos —no las corporaciones— son quienes toman la delantera en la investigación y el desarrollo de la nanomedicina.
En el futuro cercano, las tecnologías que se pretende usar en el cuerpo —habilitadas por la nanotecnología— borrarán cualquier distinción entre “terapia” y “mejoramiento” y podrían alterar, bastante literalmente, la definición de lo que significa ser humano. La industria y los analistas predicen que la nanotecnología incrementará los márgenes de lucro, expandirán el rango de la propiedad intelectual y desalentarán la competencia. Las nuevas tecnologías médicas son irrelevantes para la gente pobre si no se hacen accesibles o si son incosteables. La innovación científica es inútil si las personas marginadas no tienen acceso a las tecnologías o a los tratamiento ya existentes.

Los investigadores, financiados con fondos públicos y las compañías de innovación nano-biotecnológica, son hoy los principales actores. La gran industria farmacéutica se mantiene en los márgenes —pero los análisis predicen que entrarán pronto al juego. Aunque la medicina habilitada nanológicamente pueda brindar beneficios, se mueve muy aprisa en ausencia de un debate público que aborde sus impactos económicos y sociales de largo alcance. Algunos productos nanométricos que se intenta usar en el cuerpo humano pueden ser terapéuticos, pero aún hay muchas preguntas sin respuesta en cuanto a los impactos de la nanotecnología en la salud y el ambiente. Los productos que incorporan materiales nanométricos mediante ingeniería podrían entrar al cuerpo accidentalmente a través del ambiente o la cadena alimenticia.
Los desarrollos de la nanomedicina podrían dar por resultado personas más saludables aun cuando los nuevos materiales nanoscópicos liberados al ambiente puedan enfermar a la gente. Nadie está seguro de cómo poder distinguir entre los nano productos benignos y los peligrosos, y el naciente campo de la nanotoxicología está teñido de incertidumbre.

Las tecnologías que convergen en la escala nanométrica (incluida la biotecnología, la neurotecnología y las tecnologías de la información) llegarán mucho más lejos que los diminutos dispositivos para suministrar medicamentos o que los reactivos de diagnóstico a nivel celular, propios para gente enferma. La convergencia tecnológica hará posible, teóricamente, alterar la estructura, la función y las capacidades de los
cuerpos y los cerebros humanos. En el futuro cercano, las tecnologías que se pretende usar en el cuerpo —habilitadas por la nanotecnología— borrarán cualquier distinción entre “terapia” y “mejoramiento” y podrían alterar la definición de lo que significa ser humano.
Algunas personas alegan que la nanotecnología ayudará a extender el rango de la vida humana mucho más allá de un siglo (“eliminando la muerte prematura”) y nos permitirá transferir información directamente a nuestros cerebros. En última instancia, la amplia aceptación de las ecnologías de mejoramiento del desempeño humano —suponiendo que funcionen según su diseño— crearán una brecha basada en las “habilidades”, entre quienes pueden pagarlas y quienes no pueden (o aquéllos que decidan resistirse a ellas).
Se proclama que las tecnologías nanoescalares son las herramientas tecnológicas que nos ayudarán a lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio: los objetivos de Naciones Unidas para promover el desarrollo humano e impulsar la sustentatibilidad social y económica en el Sur global.1 Sin embargo, las innovaciones de la medicina nanológica surgen del Norte y se diseñan primordialmente para los mercados de la OCDE.
Las nuevas tecnologías nanoescalares nos ofrecen ahora intervenciones que pretenden que nuestros cuerpos
serán más fuertes, más hábiles, más duraderos. Las intervenciones básicas que conducen a mejoras en vivienda y sanidad, acceso a agua limpia y educación —por ejemplo, pueden, en última instancia, conducir a mejoras mayores en salud humana que las tecnologías médicas de punta. Pero es no es lo único. Enfatizar las soluciones médicas desvía la atención y los recursos que se canalizaban hacia aspectos no médicos como la salud y el bienestar comunitario.
Los fármacos y dispositivos habilitados con nanotecnología jugarán un papel en garantizar y prolongar lavigencia de las patentes monopólicas que cubren compuestos medicinales y drogas más antiguas no tan eficaces. La industria y los analistas predicen que la nanotecnología incrementará los márgenes de lucro, expandirá el rango de la propiedad intelectual y desalentará la competencia.2 Es muy posible que con las empresas empeñadas en hacer negocios “como siempre”, las innovaciones médicas de la nanotecnología concentren aún más el poder de la industria farmacéutica y no sean lo suficientemente relevantes para responder a las necesidades de salud y pobreza de las comunidades marginadas.

El desarrollo de la medicina habilitada nanológicamente (y su potencial para responder a las necesidades globales de salud) deben examinarse en un contexto político y social más amplio. La crisis global de salud no surge de la ausencia de una tecnología médica ni de una falta de innovaciones. Pese a décadas de sorprendentes avances en la posibilidad de salvar vidas o de extenderlas mediante la tecnología, un tercio de la población mundial no puede acceder de modo estable a medicinas esenciales.3 Hay partes de África y Asia en que esta cifra se eleva a más de la mitad de la población. Según los informes publicados en 1988 y 2004 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de personas que no accede a medicinas esenciales permaneció fijo durante el lapso de 16 años entre informe e informe. Las nuevas tecnologías médicas son irrelevantes para la gente pobre si no se hacen accesibles o si son incosteables. La innovación científica es inútil si las personas marginadas no tienen acceso a las tecnologías o a los tratamientos ya existentes.
En el contexto social y político actual, una inversión importante en las investigaciones y el desarrollo de la medicina nanológica puede no ser la receta correcta para responder a las necesidades de salud humanas, especialmente en el Sur global. La historia muestra que las nuevas tecnologías no resuelven los complejos problemas enraizados en las inequidades sociales y de pobreza. Desde el inicio del siglo XXI, la expectativa de vida decreció en 38 países de todo el mundo. Incluso en América del Norte y Europa, donde las tasas de mortalidad disminuyeron de modo estable durante todo el siglo XX, los estudios muestran que esos descensos fueron, en gran medida, independientes de las intervenciones médicas y tendrían que atribuirse, más correctamente, a mejoras en la nutrición y la higiene. Las medicinas habilitadas nanológicamente y el celo en promover las tecnologías de refinamiento del desempeño amenazan con apartar de las necesidades esenciales de salud los escasos fondos destinados a la investigación y desarrollo de la medicina.

Nanomedicina: 3/25. La salud cuenta

Definición de salud. ¿Es la salud sinónimo de bienestar? Si no son equivalentes, ¿en qué se diferencian?

Hay por lo menos dos aproximaciones al pensamiento relacionado con la salud: ésta puede entenderse como el funcionamiento normativo de todo el cuerpo e, implícitamente, la ausencia de cualquier afección o enfermedad que resulte en un funcionamiento subnormativo en referencia a lo definido como “salud médica”. Quienes entienden la salud de esta manera no rechazan la idea de que las condiciones “sociales” —tales como un empleo sujeto a tensiones o vivir en una zona de guerra— puedan cobrar su cuota afectando la salud, pero el foco y el punto de intervención se sitúan siempre en el cuerpo (digamos, remediar la hipertensión ocasionada por un empleo de gran tensión o la depresión clínica experimentada por las víctimas de la guerra). Según este modelo médico, todo funcionamiento sub-normativo le pertenece a un “paciente” al que se le receta el tratamiento médico necesario para que recupere (o intente obtener) el funcionamiento normativo.
Una segunda aproximación más amplia para entender la salud podría catalogarse como un modelo “social”, que reconoce que los bienestares mental y social son necesarios para la salud —además del bienestar físico o la ausencia de afecciones físicas. Según el modelo social, no se requiere que una persona sea un paciente con un cuerpo que funciona sub-normalmente para sufrir de una salud menguada. Una mujer que es víctima de discriminación sexual en el trabajo puede tener un cuerpo libre de enfermedades físicas, y sin embargo no considerarse sana de acuerdo con el modelo social. Desde principios de 1948, la Organización Mundial de la Salud considera que los bienestares social y mental son componentes necesarios de la salud.5
Las implicaciones de adoptar un modelo en detrimento del otro son enormes, y son más obvias en los puntos de intervención. Por ejemplo, si se utiliza el modelo social, las posibles intervenciones que ayuden a una víctima de injusticia social (digamos de discriminación sexual) a que logre la salud pueden incluir el litigio civil, la protesta, la reforma legislativa, entre otras muchas —cualquier acción puede traer consigo un bienestar social y mental si logra cambiar, esto sería lo óptimo, las estructuras sociales que propiciaron que existiera la injusticia. Por supuesto, desde el modelo médico es posible enfrentar la ausencia de un bienestar social, —sea tratando los efectos sobre el cuerpo (hipertensión, depresión y ansiedad son algunas de las posibilidades) o intentando “curar” al paciente de la condición relacionada con una deficiente salud social. En el modelo médico, una de las “curas” posibles para un parapléjico que es víctima de la discriminación y de la injusticia social podría ser una intervención médica —piernas biónicas en vez de edificios de fácil acceso, por ejemplo.

Las nuevas tecnologías nanoescalares nos ofrecen ahora intervenciones que pretenden que nuestros cuerpos serán más fuertes, más hábiles, más duraderos. Los transhumanistas, que profesan la noción de que aun el cuerpo más saludable puede ser mejorado mediante la tecnología, avizoran una nueva manera de pensar en la salud. Para ellos, el cuerpo humano se desempeña subnormativamente —a menos que aquel cuerpo sea “mejorado” con refinamientos tecnológicos. El bienestar social puede también ser importante para los transhumanistas, pero se logra interviniendo el funcionamiento del cuerpo.
Una de las obvias dificultades del enfoque transhumanista es que el estado óptimo de salud cambiaría constantemente dependiendo de lo que la “industria del refinamiento” pusiera a disposición en el mercado. Ya sabemos del mareador ritmo que imponen los refinamientos del software de los ordenadores y que podemos quedar aislados del ciberespacio si no compramos el escalamiento más reciente. ¿Cuántos de nosotros estamos listos para Homo sapiens 2.0?

Nanomedicina. 4/25. ¿Que es la Nanomedicina?

¿Qué es la medicina nanológica? La Fundación Europea de la Ciencia [European Science Foundation] define la nanomedicina como "la ciencia y la tecnología para diagnosticar, tratar y prevenir las enfermedades y las heridas traumáticas, para aliviar el dolor y para conservar y mejorar la salud humana utilizando los instrumentos moleculares, los conocimientos moleculares, del cuerpo humano”.1
A grandes rasgos, los institutos canadienses de investigación en salud definen la nanomedicina como la medición o intervención biomédica especializada —a escala molecular— que se requiere para lidiar con las enfermedades o restaurar las funciones.1
Introducción
El término nanotecnología se refiere a la manipulación de la materia en la escala de los átomos y las moléculas —donde el tamaño se mide en millonésimas de un milímetro. Un nanómetro equivale a la milmillonésima parte de un metro. En la escala nanométrica (entre uno y cien nanómetros [nm]), losmateriales pueden exhibir muy diferentes propiedades que los mismos materiales de la misma composición pero de escala mayor. Propiedades talescomo fuerza, conductividad, color y toxicidad pueden cambiar en la escala nanométrica —y las propiedades pueden cambiar dentro de dicha escala también. Al explotar los cambios nanoescalares de dichas características, los investigadores intentan crear materiales novedosos que cuenten con mayor funcionalidad.

La nanotecnología es descrita por algunos como la “tecnología transformadora del siglo XXI”.6 Los expertos predicen que la nanotecnología revolucionará la manufactura en todos los sectores de la industria y eventualmente “impactará la producción de virtualmente todos los objetos fabricados por humanos”.7 La medicina es justamente un sector que será profundamente influido por los materiales y dispositivos nanoescalares. Este informe examina las aplicaciones médicas de drogas, dispositivos e instrumentos de diagnóstico habilitados nanotecnológicamente, y evalúa el papel que jugará la medicina nanológica en resolver o no las necesidades relacionadas con la salud en las comunidades marginadas, especialmente en el Sur global.

El mercado y quiénes juegan
A nivel mundial, la investigación nanotecnológica y su desarrollo en todos los sectores fue en 2005 de 9 600 millones de dólares aproximadamente.8 Aunque las compañías, los políticos y los medios la citan con frecuencia como el área más promisoria de la investigación nanotecnológica, de hecho la medicina nanológica ha recibido menos financiamiento que otros sectores, tales como la nanoelectrónica y los nano-materiales. Según Lux Research Inc., cerca de 17 por ciento de todo el financiamiento destinado en 2005 a la nanotecnología, aproximadamente 1 600 millones de dólares, se dedicó al “sector de ciencias de la vida”. (Aunque “ciencias de la vida” es algo muy amplio, Lux Research informa que la mayor parte de la inversión en esta categoría se relaciona con los usos médicos habilitados nanológicamente.)9

Para mediados de 2006, 130 drogas y sistemas de suministro con base en la nanotecnología, más 125 dispositivos o pruebas de diagnóstico, se hallan en un estado desarrollo preclínico, clínico o comercial. En las primeras épocas de la nanotecnología (en 2001), la Fundación Nacional de Ciencia (NSF por sus siglas en inglés) de Estados Unidos predijo que la nanotecnología “ayudará a prolongar la vida, mejorar su calidad y expandir las capacidades físicas humanas”, y que para 2010 o 2015 la mitad de toda la producción farmacéutica —más de 180 mil millones de dólares por año— dependería de la nanotecnología. Más recientemente, Lux Research calculó que el mercado para los sistemas de suministro de medicamentos habilitados nanológicamente crecerá de 980 millones de dólares en 2005 a cerca de 8 600 millones en 2010.
La terapéutica nanoscópica (como la nano-plata para cubrir heridas) representaba 28 millones de dólares en 2005 y alcanzará los 310 millones en 2010. El mercado para el diagnóstico habilitado con nanotecnología crecerá de 56 millones en 2005 a más de mil millones en 2010.

Financiamiento mundial a la nanotecnología por sectores, 2005 = 9 600 millones de dólares en total
Ciencias de la vida (incluida la nano farmacéutica) 1 590 millones de dólares (17 %)
Electrónica 4 460 millones de dólares (46 %)
Materiales 2 740 millones (29 %)
Otras 780 millones de dólares (8 %)
La nanotecnología es una industria naciente pero las drogas y los dispositivos médicos que se habilitan nanológicamente están ya en el mercado, y hay más que nos llega por los conductos de la minúscula tecnología: según NanoBiotech News, el camino de la nanomedicina y sus dispositivos nanométricos creció repentinamente 68% entre 2005 y 2006. Para mediados de 2006, 130 drogas y sistemas de suministro, más 125 dispositivos o pruebas de diagnóstico, se hallan en un estado de desarrollo preclínico, clínico o comercial; 75% de estos productos son desarrollados en Estados Unidos.10 Entre los líderes en el campo de la nanomedicina están, además, Canadá, Australia e Israel (ver Tabla 1). Los analistas de la industria consideran que la aprobación del Abraxane (una droga nanológica para tratar el cáncer de mama) por parte de la FDA estadunidense, en enero de 2005, es un “parteaguas” en la nanomedicina comercial.11
Según Lynn Yoffee, de NanoBiotech News, “un tercio (30%) de todos los productos se desarrollan como parte de contratos de colaboración o licencia con compañías biotecnológicas y farmacéuticas que se asocian para promociones particulares, pero las empresas de innovación nano-biotecnológica y las instituciones académicas siguen siendo los principales promotores del desarrollo de productos nanotecnológicos”.12 Son los gobiernos, no las corporaciones, quienes siguen llevando la delantera en la investigación y el desarrollo de la medicina nanológica. De los 1 600 millones de dólares destinados a la investigación y el desarrollo de la nanotecnología relacionada con las ciencias de la salud en 2005, un mezquino 8% provino de la industria.13

Financiamiento mundial de la nanotecnología por región, 2005 = 9 600 millones de dólares en total
Asia 3 370 millones (35%)
América del Norte 3 960 millones (41%)
Europa 2 060 millones (22%)

Aunque la mayoría de las quinientas compañías citadas por Fortune invierten en la investigación y el desarrollo de la nanotecnología, en el sector de ciencias de la vida las principales compañías farmacéuticas han asumido una actitud de espera cautelosa —un enfoque que nos recuerda los primeros tiempos de la biotecnología. Las grandes farmacéuticas están colaborando con las empresas de innovación nano-biotecnológica, pero dadoque la nanotecnología sigue siendo una tecnología no probada y es incierto el proceso de aprobación por parte de la FDA, las principales compañías de medicamentos no han hecho todavía grandes inversiones.14

Un especulador en capitales de riesgo le dijo a NanoBiotech News, “Una de las lecciones aprendidas durante 2005 es que debemos ser cautelosos en cuanto a parecer “nano” cuando uno trata con la FDA. Si tienes un proyectil nanoscópico de oro, debe comportarse como un coloide de oro. Si es un lípido, debe comportarse como una emulsión. Desde la perspectiva reguladora, uno debe proponer una tecnología que remita a lo conocido. Si no, tendrás que emprender muchas más pruebas adicionales”.15 Tal vez con esta estrategia en mente, muchas compañías han buscado no parecer propensos a lo “nano”: Nanopharma Corporation se convirtió en Mersana Therapeutics y Nanocure cambió su nombre a Avidimer Therapeutics.

Entre 2002 y 2007, el gobierno estadunidense invirtió —en términos generales—, 773 millones de dólares en la investigación y el desarrollo de nanotecnología relacionada con la salud.16 A fines de 2005, el National Cancer Institute (NCI), parte de los institutos nacionales de salud estadunidenses, concedió 26.3 millones de dólares en donaciones para un primer año de operación con el fin de establecer ocho centros de excelencia en
nanotecnología de cáncer (CCNE, por sus siglas en inglés), como parte de un proyecto de 144.3 millones de dólares a cinco años (para el periodo 2004-2009), conocido como Alliance for Nanotechnology in Cancer.17 La Alianza promovida por el NCI busca “aprovechar el poder de la nanotecnología para cambiar radicalmente el modo en que diagnosticamos, tratamos y prevenimos el cáncer”.18

Entre 2003 y 2008, el sexto programa-marco de investigación de la Unión Europea (European Union’s Sixth Research Framework Program) destinará 233.5 millones de euros a proyectos relacionados con nanomedicina.19 El gobierno canadiense invirtió aproximadamente 32 millones de dólares canadienses en nanomedicina entre 2000 y 2006 a través de los institutos canadienses de investigación en salud (o CIHR, como se les conoce en inglés), que lanzaron en 2003 una iniciativa en medicina regenerativa y nanomedicina (Regenerative Medicine and Nanomedicine Initiative).20 Entre 2006 y 2007, los CIHR esperan gastar aproximadamente 15 millones de dólares canadienses en la investigación y el desarrollo de la medicina nanológica.

Nanomedicina: 5/25. Por qué en la escala nanométrica.

Los entusiastas de la nanotecnología tienen grandes esperanzas de que brindará tratamientos especialmente eficaces para combatir las afecciones y las enfermedades. La razón es simple: la nanotecnología opera en la misma escala que la biología. Una molécula de ADN es de unos 2.5 nm de ancho y la hemoglobina (la proteína de la sangre que es responsable del transporte de oxígeno) es de unos 5 nm de diámetro. Las células humanas son mucho más grandes —en el orden de las 10-20 micras en diámetro (10 mil a 20 mil nanómetros)— lo que significa que los materiales y dispositivos nanoescalares pueden penetrar con facilidad en casi todas las células sin activar respuesta de inmunidad alguna.21

La expectativa es que puedan diseñarse partículas, materiales y dispositivos nanoescalares que interactúen con los materiales biológicos en formas más directas, eficientes e incluso más precisas. Y debido a su tamaño diminuto serán capaces de acceder a áreas del cuerpo —como el cerebro o las células particulares— que han sido muy difíciles de alcanzar con las tecnologías actuales. Por ejemplo, el Instituto Nacional del Cáncer del gobierno estadunidense afirma que la nanotecnología promete “acceso al interior de la célula viva [lo que] permite la oportunidad de obtener ventajas sin precedentes para alcanzar nuevas fronteras en la investigación básica y clínica.22 Tener la posibilidad de insertar sondeos nanoescalares en células particulares aumentará el entendimiento de los complejos modos de operación de las células y permitirá una detección muy temprana de células aberrantes que apunten a un estado enfermo.23
Explotar los efectos cuánticos
Además, algunos materiales nanoescalares diseñados como aplicaciones biomédicas mostrarán propiedades poco comunes que incrementarán su funcionalidad. Las sustancias menores al rango cercano a los 100 nm pueden comportarse de modo diferente que las partículas mayores de la misma sustancia. Los materiales nanoescalares pueden diferir de sus versiones micro o macro en fuerza, color, elasticidad y/o toxicidad; pueden ser capaces de conducir electricidad de formas más eficientes o pueden ser más reactivas químicamente. Las propiedades ópticas, eléctricas o estructurales que son específicas de la escala nanométrica se conocen como “efectos cuánticos”. Es más, las propiedades cuánticas de una sustancia pueden cambiar dentro del rango de la escala nanométrica. Algunas nanopartículas de oro son inertes, por ejemplo, mientras otras nanopartículas de oro de diferente tamaño son reactivas.
La forma importa también.
Es posible que una nanopartícula esférica de 20 nm de una sustancia específica no sea tóxica para las células, mientras que una partícula de 60 nm, en forma de barra de la misma sustancia, produzca un mientras que una partícula de 60 nm, en forma de barra de la misma sustancia, produzca un efecto citotóxico tóxico para las células). En la actualidad no hay modelos que puedan predecir los efectos cuánticos, por lo ue hay el proyecto de caracterizar nanomateriales específicos —en un intento por entender sus atributos físicos, sus propiedades biológicas in vitro y su compatibilidad in vivo (usando animales primero).24 La tarea de apear completo el nuevo mundo de los materiales nanoescalares es abrumadora, si no imposible, si se toma en cuenta todas las posibles variaciones de sustancia, tamaño, forma y estructura superficial.
Incrementar la disponibilidad biológica
(Las palabras en negritas en el texto se definen en el glosario) Sin embargo, no todas las aplicaciones médicas de la nanotecnología explotarán los efectos cuánticos. Una droga que asuma la forma de una partícula de 400 nm puede ser más eficaz que su versión de 2 micras porque tiene más disponibilidad biológica* —es decir, que el cuerpo hace uso de ella—, o puede ser capaz de tener acceso directo a un tumor, por ejemplo, y es muy probable que no exhiba sus propiedades nanoescalares, únicas. En general, sólo las sustancias menores a 100 nm (en por lo menos una de sus dimensiones) pueden exhibir efectos cuánticos, aunque hay casos particulares —como ocurre con los polímeros a los que se refuerza con nanopartículas formando ligas entre ambos materiales— en que las propiedades especiales se exhiben en tamaños mayores de 100 nm.25
La visión más reciente es combinar las drogas formuladas nanológicamente con un suministro de drogas dirigido basada en una medicina personalizada —un enfoque al manejo de la salud que se basa en considerar el perfil genético del paciente para descubrir sus predisposiciones individuales a enfermedades particulares o su nivel de receptividad a fármacos específicos. En el futuro, según esta visión, los tratamientos habilitados con nanotecnología podrán ser dispositivos multifuncionales capaces de detectar e identificar enfermedades particulares a nivel celular y, en el momento propicio, suministrar la droga correcta en la dosis correcta, confeccionando el tratamiento según el paciente individual, con información, en tiempo real; de tal modo que se evalúe el estado de la enfermedad.26

Nanomedicina. 6/25. Fármacos de pequeña escala.


La nanotecnología ya cambió el modo de formular algunos medicamentos y, en ciertos casos, reformularlos. Cuando un compuesto farmacéutico es formulado como nanopartícula, aumenta su nivel de disponibilidad biológica. En otras palabras, el cuerpo puede absorber un compuesto, así formulado, más pronto y fácil —y como tal utilizarlo más eficazmente— si el compuesto existe en una escala más cercana a la escala en que ocurren los procesos biológicos. El nivel de disponibilidad biológica de una droga es uno de los elementos importantes para determinar su eficacia. Una firma de investigación de mercados calcula que 65 mil millones de dólares de los ingresos anuales procedentes del mercado de medicamentos (casi 16 por ciento de las ventas totales de la industria farmacéutica) provienen de fármacos que cuentan con poca disponibilidad biológica, lo que propicia más altos costos para los pacientes, tratamientos ineficaces y un mayor riesgo de toxicidad.27

Elan Corporation, con sede en Dublín, Irlanda, ha desarrollado un proceso patentado para “moler” compuestos farmacéuticos y producir pequeñas partículas (comúnmente menores a 100 nm) que cuentan con una disponibilidad biológica mayor y tasas de absorción más veloces, según informes de la propia compañía.28 Elan afirma también que las drogas nanológicas recién formuladas eliminan la “variabilidad ayuno/saciedad” (es decir, que importa menos si la droga se toma junto con los alimentos). Las grandes compañías farmacéuticas como Wyeth, Merck y Abbot ya le entregaron sus compuestos patentados a Elan para que los “muela”. En la mayor parte de los casos, las drogas ya contaban con la aprobación de la FDA estadunidense en sus formulaciones de mayor tamaño, y mientras las compañías puedan demostrar su “bioequivalencia”29 —que la diferencia en la acción de la droga entre su antigua y su nueva formulación es “médicamente insignificante”—, la nueva versión nanológica no es sometida a un más escrutinios regulatorios, como lo sería si se pidieran más pruebas clínicas.30
Las farmacéuticas confían en sus formulaciones nano-particuladas para mejorar el valor terapéutico de “drogas de bajo desempeño”, pero también buscan mejorar sus ganancias. Es posible que viejos medicamentos, que ya no están en el mercado por su baja eficacia o por sus efectos colaterales potencialmente adversos en ciertas poblaciones de pacientes, puedan hacerse más eficaces o más seguros si se reformulan nanoscópicamente, lo que reduciría significativamente el costo del proceso de desarrollo de medicamentos. Las compañías farmacéuticas ya sacan ventaja de la expansión de la protección de sus patentes, algo que es posible mediante sus formulaciones nano-particuladas.31 Incluso en los casos en que no pueda demostrarse una bioequivalencia entre un medicamento y su contraparte nanoescalar —y se hagan necesarias más pruebas clínicas, existe en Estados Unidos una ventaja estratégica: al posesionario de una patente se le concede un periodo de tres o cinco años de “exclusividad sin patente”, mientras se somete el medicamento a nuevos ensayos clínicos.32 Este periodo es independiente de los derechos de patente y beneficia a las grandes farmacéuticas porque mantiene a raya a las compañías que producen medicamentos genéricos más baratos.33

Nanomedicina. 7/25. De la terapia al mejoramiento.

De la terapia al mejoramiento: el homo sapiens refinado
¿Podrán usarse las tecnologías nanoescalares para combatir la salud?
Mientras los gobiernos, la industria y los científicos —particularmente en los países pertenecientes a la OCDE— están prestos a resaltar las potenciales contribuciones de la nanotecnología en la remediación de la salud menguada, también están listos para señalar que los avances en las “tecnologías convergentes” —nanotecnología, biotecnología, tecnología de la información, neurotecnología y ciencias cognitivas— habrán de dar respuesta a la salud percibida como menos que óptima. Es en el ámbito de las tecnologías para el mejoramiento del desempeño humano que la convergencia tendrá tal vez mayor impacto y mayores ganancias.

La convergencia tecnológica hará posible, teóricamente, refinar la estructura, el funcionamiento y las capacidades de los cerebros y los cuerpos humanos. No se trata, en esta visión, de simplemente eliminar las discapacidades o curar las enfermedades, sino de producir cuerpos más fuertes, más veloces, que rebasen el desempeño de los cuerpos más sanos y atléticos de hoy, remodelando los cerebros para que retengan más información y se comuniquen directamente con las computadoras, miembros artificiales u otros cerebros. Un ejemplo es el implante artificial de neuronas, ya aprobado por la FDA para usos clínicos, que reemplaza las neuronas dañadas por el mal de Parkinson. El dispositivo permite descargar programas actualizados, directamente de un ordenador ex vivo al implante en el cuerpo.49 Por ahora, estos dispositivos se reservan para quienes sufren una enfermedad; en el futuro cercano será más difícil distinguir entre lo que constituye una enfermedad y lo que meramente es una salud menor a la óptima, o distinguir entre terapia y refinamiento o mejora.
Para un gran final, el nuevo y refinado cuerpo creado mediante tecnologías convergentes puede extender su rango de vida humana mucho más allá de un siglo. Según el gobierno estadunidense, las tecnologías que convergen en la escala nanométrica “mejorarán el desempeño humano” en los sitios de trabajo, en los campos de juego, en los salones de clase y en los campos de batalla. Inteligencia descargable, memoria descargable y cuerpos de hiperdesempeño que requerirán una definición revisada de nuestra especie, Homo sapiens. O tal vez las nuevas realidades tecnológicas nos crearán la necesidad de una nueva clasificación de una vez por todas (Homo sapiens 2.0), que describirá esa pequeña fracción de la población mundial que podrá pagar por su refinamiento mediante la convergencia tecnológica.

Aunque relativamente pocas personas podrán darse el lujo de pagar un paquete de mejoras plenas, algunos realces —que serán posibles con las tecnologías convergentes— penetrarán más y más en la sociedad y se “naturalizarán” hasta que la gente los considere correcciones necesarias, del mismo modo en que hoy consideramos los anteojos de aumento. Al mismo tiempo, habrá una puja corporativa para definir y ampliar el rango de las “condiciones de salud” tratables —será frecuente que se disfracen de campañas por “elevar la conciencia del público”—, con el fin de crear o expandir mercados para los nuevos refinamientos disponibles. La práctica de promover enfermedades para crear mercados que las traten se conoce como tráfico de enfermedades.50 Ciertos rasgos de personalidad (digamos la timidez), rasgos físicos (como la fuerza o la altura ”promedio”), rasgos cognitivos (una inteligencia “normal”) se considerarán indeseables y corregibles (y gradualmente inaceptables). La línea entre mejoramiento y terapia —que ya es borrosa— se perderá por completo. El efecto final será un viraje en la percepción de lo que es “normal” y la creación de lo que el doctor Gregor Wolbring, bioquímico e investigador en aspectos de salud en la Universidad de Calgary, llama una “brecha de capacidades”.51 Del mismo modo que la brecha digital, la brecha de capacidades marcará distancias en los límites entre el Norte y el Sur, entre los ricos y los pobres, en todas partes.
En las condiciones actuales, es muy probable que la introducción de tecnologías de mejoramiento o refinamiento del desempeño humano muy penetrantes socialmente, tengan por resultado el producir un nuevo grupo de gente marginada por la “brecha” resultante. Algunos mantienen que es posible trazar una línea entre terapia y mejoramiento y que esa línea debe trazarse porque la distinción ayudará a emprender un
debate ético acerca de lo que significa ser humano y cómo preservar nuestra humanidad.52
Otros arguyen que, dada la configuración actual de la sociedad, no puede mantenerse una línea que divida la terapia del mejoramiento y que debe iniciarse un debate que reconozca los factores sociales (valores y prejuicios, por ejemplo) que en la actualidad contribuyen al entendimiento de lo que entraña ser humanos. De ahí, el debate, dicen, debe enfocarse en cómo, si acaso, proteger a aquéllos que actualmente no cumplen con los criterios de lo “humano” —y a aquéllos que no cumplirán con un criterio revisado según nuestro futuro refinado tecnológicamente.53 Otros más —los llamados transhumanistas, por ejemplo— creen que la especie humana se encuentra en una etapa temprana de desarrollo —y se hallan a gusto con una definición maleable de Homo sapiens y están ansiosos por utilizar las tecnologías disponibles que les brinden humanos “mejores”.54 Se imaginan un mundo no muy distante donde se descubra una “cura” para la “condición médica” conocida como “envejecimiento” —tal vez mediante el impulso de SENS (Strategies for Engineered Negligible Senescence), una serie de “estrategias para una senectud insignificante”— con la cual los humanos podrían vivir con buena salud mucho más de cien años.55 Aunque algunos transhumanistas reconocen que la introducción de ubicuas tecnologías de mejoramiento podría ensanchar la brecha entre ricos y pobres, no ven en esto una razón poderosa para limitar su utilización. Consideran las disparidades al interior de la sociedad como un problema de antaño, y que yace aparte, que no fue creado (ni será resuelto) por las tecnologías de refinamiento o mejoramiento.56

* Estimulación magnética transcraneana (TMS por sus siglas en inglés): Éste es un procedimiento que estimula áreas del cerebro desde el exterior, mediante el uso de un campo electromagnético. La TMS puede ayudar a revelar las funciones de partes activas (o desactivadas) del cerebro, pero se considera como un potencial tratamiento para desórdenes cerebrales, incluido el Mal de Parkinson o la depresión.

El uso de campos magnéticos para estimular (o apagar) diferentes partes del cerebro ha llevado a los investigadores a descubrir que las personas “normales” pueden incrementar dramáticamente su potencia cerebral. Un estudio reciente conducido por el profesor Allan Snyder en el Centre for the Mind —una empresa conjunta entre la Universidad Nacional Australiana y la Universidad de Sydney— mostró que la estimulación magnética transcraneana del lóbulo temporal izquierdo mejoró la capacidad de los participantes de adivinar el número de elementos que se les mostraban en una pantalla de computadora. La habilidad amainó una hora después de la estimulación.62 ¿Faltará mucho para que los obreros consuman estimulación cerebral en vez de café en sus recesos? ¿Será la estimulación cerebral algo considerado necesario para mantener un margen competitivo en el empleo? ¿Cuánta expansión del cerebro será suficiente?
* Tratamientos de privación del sueño: Éstos no están pensados para ayudar a quienes sufren de insomnio y otros desórdenes del sueño. De hecho, están pensados para hacer sostenible la privación de éste. Los militares estadunidenses están a la vanguardia de la investigación en privación del sueño y ya financiaron docenas de proyectos, incluidos algunos estudios sobre el uso potencial de TMS para reducir la necesidad de dormir.63

DARPA [siglas en inglés del Defense Advanced Research Projects Agency], la agencia del gobierno estadunidense dedicada a proyectos de investigación avanzada en asuntos de defensa, explica su particular interés en hacer posible la privación del sueño: El éxito de las operaciones militares “depende de la habilidad del combatiente para funcionar por periodos largos de tiempo sin un sueño adecuado”.64 Junto con la TMS, ¿se convertirá la privación del sueño en estilo de vida para quienes buscan una ventaja competitiva y puedan pagar el tratamiento o los medicamentos? Y los trabajadores, por ejemplo los conductores de autobuses, ¿serán obligados a someterse a una “terapia” de privación de sueño para poder mantenerse alerta por más horas? ¿Cuáles serán los efectos sociales (y de salud) de un ejército de “muertos vivientes” o de una sociedad privada de sueño perennemente?
* Cirugía láser para ojos: En algunos casos, es ahora posible restaurar al perfecto 20-20 una visión deficiente, mediante cirugías correctivas. Millones de cirugías se ejecutan todos los años (para 2005 se calcularon 1.6 millones tan sólo en Estados Unidos).65 Y el número de cirugías crece, y se espera que el incremento continúe. Dado que la mayoría de las personas no considera que los anteojos graduados sean una “mejora” opcional, ¿deberemos considerar los impactos sociales potenciales de una visión perfecta generalizada (o de una visión más allá de lo perfecto)?
El New York Times apuntó recientemente que, en los últimos cinco años, la academia naval estadunidense ha ofrecido cirugía ocular correctiva, libre de gastos, para todos los guardiamarinos (cuya vista se pueda beneficiar de ello).66 Menos de 30 por ciento de la clase 2006 se negó a someterse a cirugía (el número de negaciones disminuye cada año). Una consecuencia no contemplada es que la academia naval no ha podido cumplir con su cuota de oficiales de submarinos en ninguno de estos cinco años. Tradicionalmente, los submarinos son la segunda opción para aquellos promisorios elementos que no tienen visión perfecta. La aviación —primera opción para los oficiales navales, y que requiere visión perfecta—, es ahora la opción más viable para la mayoría. Conforme estas y otras mejoras extremas se popularizan más entre la población en general, ¿qué virajes sociales podemos esperar? ¿Cómo vamos a lidiar con esos impactos que no habíamos anticipado?