lunes, febrero 19, 2007

Nanomedicina. 21/25. Recomendaciones.

Recomendaciones
Antes de correr a abrazar la nanomedicina como imperativo tecnológico, la sociedad debe involucrarse de lleno en una amplia discusión que revise la nanotecnología. Las tecnologías nanoescalares emergentes requieren que la sociedad emprenda una evaluación científica, socioeconómica, con el fin de que los gobiernos tomen decisiones informadas acerca de sus riesgos, beneficios y valor esencial. Como parte de un proceso más amplio que nos permita determinar las prioridades de atención a la salud, las naciones en desarrollo deben volverse participantes activos en la evaluación del papel que las tecnologías nanoescalares podrían o deberían jugar en la remediación de las necesidades de salud. Para mantener el paso del cambio tecnológico, los enfoques innovadores deben supervisarse; y debe evaluarse la introducción de nuevas tecnologías.

Tecnología y diversidad. La introducción de tecnologías médicas de punta puede desplazar, sin que nos demos cuenta, a aquellas intervenciones “convencionales” que juegan un papel importante en la salud pública de algunos segmentos de la población. En muchos países en desarrollo, especialmente en las áreas rurales, 80 por ciento de la gente depende de quienes ejercen saberes y prácticas de salud y medicina tradicionales.205 Una estrategia de salud pública es enfocarse a mejorar el acceso a los saberes y las prácticas existentes —en vez de buscar productos privados, procedentes de la importación de investigaciones y desarrollos propios del capital intensivo. El informe de la comisión sobre derechos de propiedad intelectual, innovación y salud pública de la OMS, publicado en abril de 2006, apunta: “Hay posibilidades para hacer un mejor uso de la medicina tradicional, haciendo que los remedios tradicionales estén más disponibles y aplicando estos saberes para acelerar el desarrollo de nuevos tratamientos”.206 En última instancia, la sociedad debe activamente mantener y utilizar una diversidad de tecnologías viables que son social, económica y ambientalmente apropiadas. Si va a utilizarse la tecnología para responder a diversas necesidades sociales en diversos contextos culturales, es importante que los gobiernos mantengan una diversidad de tecnologías (antiguas y nuevas) y reconozcan y alienten las innovaciones tecnológicas indígenas que con frecuencia se pasan por alto ante las presiones para aceptar la introducción de una tecnología dominante.

Salud y seguridad de los medicamentos nanológicos. En colaboración con la sociedad civil y en consulta con científicos, los gobiernos nacionales deberían establecer un régimen regulatorio sui generis, basado en el principio precautorio, específicamente diseñado para responder a los aspectos particulares de salud y del ambiente que están asociados con los materiales nanoescalares. (Sin embargo, esto no es un llamado para un protocolo de seguridad nanotecnológico de Naciones Unidas.) Es crucial que las discusiones en torno a la regulación no se limiten a aspectos de salud, seguridad y ambiente —también deben incluir la revisión de impactos socio-económicos más amplios, entre ellos quién tiene el control y es propietario de las tecnologías, y cuáles son sus impactos sobre la gente marginada.207 En el ánimo de realizar evaluaciones más amplias de la ciencia y la tecnología nanoescalar, incluidos los impactos de la propiedad intelectual, el Grupo ETC aconseja a los gobiernos que establezcan una moratoria de la nanotecnología, y de todas las pruebas clínicas de fármacos que involucren materiales nanoescalares, a todos los niveles, hasta que haya regulaciones que protejan a los trabajadores, a los sujetos de los experimentos, a los consumidores y al ambiente, y hasta que sean considerados los impactos sociales más amplios.

La nanotecnología y la propiedad intelectual. Actualmente, la propiedad intelectual juega un gran papel en el desarrollo de la ciencia y la tecnología, y la carrera en pos de obtener el control del colosal mercado nanotecnológico sigue su curso. Las patentes de medicamentos, dispositivos y métodos de diagnóstico habilitados nanológicamente tendrán influencia sobre quién tiene acceso a dichas innovaciones y cuál es el precio que tendrá que pagar. Se requieren estudios que determinen las implicaciones de la propiedad intelectual y de las tecnologías nanoescalares sobre la salud pública. Los gobiernos deberían pedir que la OMS, en consulta con la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, inicie estudios para examinar las implicaciones especiales que la propiedad intelectual, relacionada con la nanotecnología, guarda respecto de las prácticas monopólicas, la transferencia de tecnología, el comercio y la salud pública —en especial para los países del Sur global.

Implicaciones sociales y éticas de las tecnologías convergentes. Aunque el “mejoramiento del desempeño humano” pueda parecer distante, la investigación en este campo avanza con rapidez y hace surgir preocupaciones éticas, de vastas repercusiones, que los gobiernos y la sociedad civil deberían encarar. Son cruciales los debates en torno a las implicaciones éticas, sociales y económicas del “mejoramiento” y la prolongación de la vida. Los gobiernos deberían solicitar que la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas emprenda estudios sobre las implicaciones de la convergencia nanoescalar de las tecnologías, sobre todo para la gente con discapacidades y para otras poblaciones marginadas del Sur global. Los representantes de las organizaciones de derechos de los discapacitados y de los derechos de salud sexual y reproductiva, así como otros movimientos sociales y la sociedad civil deben ser consultados en este proceso. En su próxima reunión de 2007, la Asamblea de la Salud Mundial debería solicitar a la OMS que emprenda un análisis exhaustivo de la nanomedicina, la convergencia tecnológica nanoescalar y los potenciales impactos sociales económicos del “mejoramiento del desempeño humano” sobre las comunidades marginadas.
Una aproximación multilateral, legalmente vinculante, a la evaluación tecnológica. Más que aproximarnos a la evaluación de la tecnología cual si fuera un platillo que hay comer, los gobiernos deberían considerar las estrategias de más largo plazo que enfrenten la introducción de nuevas y significativas tecnologías sobre la base de que son un proceso en curso. Para librarnos del ciclo de perturbaciones sociales que acompaña cada una de las introducciones tecnológicas, la comunidad internacional necesita un organismo independiente que se dedique a evaluar las principales nuevas tecnologías y proporcione un sistema de atención y alerta tempranas. Una posibilidad es el establecimiento de un marco intergubernamental que llamaríamos Convención Internacional de Evaluación de Nuevas Tecnologías (CIENT). El objetivo de CIENT sería la creación de un ambiente científico y socio-político para lograr la evaluación firme, y a tiempo, de las nuevas tecnologías en un proceso participativo y transparente que respalde el entendimiento y el debate en la sociedad, aliente la innovación social y científica, y emprenda una discusión sobre lo que implican los esquemas actuales de un “reparto de beneficios equitativo”. Más aun, el marco intergubernamental garantizaría la conservación de aquellas tecnologías útiles, convencionales, distintivas culturalmente, y en particular, promovería la diversificación y la descentralización tecnológica. Para ahondar en los detalles del CIENT, véase el informe del Grupo ETC sobre Nanogeopolítica, julio/agosto de 2005). El proceso de negociaciones en Naciones Unidas para desarrollar un acuerdo internacional como es el CIENT debería estimular también la amplia discusión social de alto nivel y alentar iniciativas de legislación nacionales y regionales, así como iniciativas institucionales que complementen dicho acuerdo internacional.
Iniciativa de Diálogo Global sobre Nanotecnología y Pobres. Una iniciativa actual, el Diálogo Global sobre Nanotecnología y los Pobres: Oportunidades y Riesgos, es apoyada por la Fundación Rockefeller, el International Development Research Centre of Canada, y el UK Department for International Development.(Ver cita 215). Para que el diálogo sea útil, debe contar con insumos que provengan de los representantes del Sur global, y de aquellas poblaciones más vulnerables a los perturbadores impactos de las tecnologías nanoescalares. Para garantizar que los diálogos entre las diferentes partes que examinan los impactos potenciales de la nanotecnología desde la diversidad, es también importante que participen los representantes de las organizaciones y comunidades que trabajan por los derechos de los discapacitados, los derechos a la salud y los derechos obreros, así como la sociedad civil de los países en desarrollo.

Para librarnos del ciclo de perturbaciones sociales que acompaña cada una de las introducciones tecnológicas, la comunidad internacional necesita un organismo independiente que se dedique a evaluar las principales nuevas tecnologías y proporcione un sistema de atención y alerta tempranas.