viernes, septiembre 01, 2006

Nuevas tecnologías en el genocidio... bueno, no tan nuevas...

A continuación un artículo del día 30.08.06, proveniente de EFE, la agencia de noticias española. Todo es notable ya. Sin embargo, rescato en este sitio cuyo descriptor general es las nuevas tecnologías, la objetivación de la paradoja. Justamente, en la última de las "guerras" y hecha por el país que posee la más sofisticada tecnología militar, se usaron artefactos arcaicos de destrucción masiva. En nuestro país las bombas de racimo se hicieron tristemente célebres durante la dictadura, porque la fábrica en que las construían en Alto Hospicio explotó, matando a sus trabajadores, porque secretamente salìa entonces un avión al día repleto de ellas hacia Irak, entonces en guerra contra Irán y porque ellas fueron la fuente predilecta de la extensa fortuna del hombre que compró a la democracia su derecho a seguir haciendo negocios en el territorio, aunque no alcanzó a tener tanto como para comprar también el derecho a entrar en los USA. Las bombas de racimo están prohibidas por las Naciones Unidas. Pero eso es un detalle adicional, a estas alturas francamente inimportante...
30 de Agosto del 2006 ONU tilda de ''inmoral'' lanzamiento de bombas de racimo contra el Líbano (EFE)
Alto funcionario lamentó estrategia israelí y dijo que cada día mueren o resultan heridas varias personas por los artefactos sin explotar. La ONU calificó este miércoles de "inmoral" la decisión de Israel de lanzar bombas de racimo los últimos días de su ofensiva militar en el Líbano y alertó que muchas de ellas están sin explotar, lo que pone en peligro la vida de los libaneses. Así lo declaró en Nueva York el subsecretario general de Asuntos Humanitarios de la ONU, Jan Egeland, quien participará este jueves, en la conferencia internacional de donantes que se celebrará en Estocolmo para recaudar fondos para la reconstrucción del Líbano tras la campaña militar israelí que duró 33 días.
Resaltó que la operación de asistencia humanitaria a la población del Líbano ha sido enorme, ya que en pocas semanas un millón de libaneses tuvo que desplazarse de sus hogares y que en sólo pocos días un 70 por ciento regresó a sus casas. Alertó que unos 250 mil libaneses que fueron desplazados y que volvieron a sus casas no tienen ningún tipo de movilidad, o bien porque sus viviendas están destrozadas o porque existe artillería, entre ellas bombas y granadas, aún sin explotar.
En casi el 85 por ciento de las áreas del sur del Líbano hay munición sin explotar, entre ella 100 mil bombas de racimo que fueron lanzadas en 359 localidades. "Lo que es chocante y para mí completamente inmoral es que el 90 por ciento del lanzamiento de las bombas de racimo ocurrieran en las últimas 72 horas del conflicto, cuando se sabía que había una resolución para poner fin a la guerra", declaró. Lamentó que cada día mueran o resulten heridas varias personas por los artefactos sin explotar, que afecta no sólo a las viviendas privadas, sino también a las tierras de cultivos, los negocios comerciales y las tiendas.
"Los civiles morirán de forma desproporcionada otra vez, incluso después de acabada la guerra", advirtió. Egeland manifestó que se tardará entre uno y dos años desactivar las bombas, que, aunque su lanzamiento no es formalmente ilegal, por el hecho de "que afectan a la población civil constituyen una violación de los derechos humanos y del Derecho Humanitario internacional". "Es inexplicable por qué Israel aceleró su lanzamiento cuando se acercaba el fin de la guerra", reiteró. Por otro lado, hizo un llamamiento a Israel para que levante el bloqueo aéreo y marítimo que todavía mantiene contra el Líbano por considerar que es "contraproducente" y genera la ira de la población libanesa.
"Es el momento de promover medidas de confianza y no de mantener la tensión durante este período de fragilidad en el alto el fuego. Por eso, es el momento de levantar el bloqueo para facilitar los esfuerzos de reconstrucción del país", puntualizó. Egeland señaló que la conferencia de Estocolmo será decisiva porque representa la apertura de una nueva fase en el Líbano, la de reconstrucción y recuperación del país. Por ello, la ONU no tiene previsto hacer un nuevo llamamiento a la comunidad donante, sino que mantendrá su petición inicial de hace unas semanas para recaudar 190 millones de dólares (148 millones de euros) para operaciones de emergencia. En cambio, señaló, será el Gobierno del Líbano el que hará la solicitud de cientos de millones de dólares para la fase inmediata de recuperación de viviendas y la infraestructura que fue atacada por el ejército israelí durante su campaña militar.
EFE